De las 41 huelgas generales, apenas 16 se efectuaron en gestiones justicialistas. El presidente que más medidas de fuerza tuvo fue Alfonsín, mientras el que menos padeció fue Néstor Kichner. Así lo indica un estudio que recopiló la Universidad Austral.
Según un informe de la Escuela de Gobierno de la Universidad Austral, se contabilizaron 41 paros generales desde el 10 de diciembre de 1983, lo que representa uno cada 312 días.
Las estadísiticas marcan que Raúl Alfonsín fue el presidente que soportó más huelgas durante su gestión: 13. Mientras que Néstor Kirchner el que menos padeció, apenas uno.
En tanto, Carlos Menem y Fernando De la Rúa tuvieron ocho paros generales, pero vale destacar que el dirigente peronista gobernó 10 años y el radical apenas dos. Eduardo Duhalde, que también estuvo al mando de la Casa Rosada durante dos años, surió apenas dos medidas de fuerza. Cristina Kirchner, que estuvo en el poder ocho años, padeció cinco paros. Y Mauricio Macri, hasta ahora, acumula cuatro.
Lo curioso no es solo la recurrencia a este tipo de convocotorias que en países normales se consideran extremas, cuando ya no es posible el diálogo o se quiere dar un ultimátum al Estado, sino que la predisposición a realizar paros generales es muy distinta frente a administraciones peronistas y las que no lo son.
En este sentido, la casa de altos estudios reveló que el 61% de los paros generales fue contra gobiernos no peronistas, los de Alfonsín, De la Rúa y Macri, que solo gobernaron 11 años desde 1983. En cambio, a quienes gobernaron los 24 años restantes, solo les cayeron 16 paros generales, apenas el 39% del total.
Se evidencia de esta manera una tolerancia mayor de las centrales sindicales frente a los mandatos peronistas. La cuestión es, ¿por qué?